Infecciones respiratorias y de oído recurrentes en niños
¿Podrían ser un signo de la enfermedad poco frecuente conocida como síndrome de Hunter?
Infecciones respiratorias: los hechos
El síndrome de Hunter provoca muchos cambios en las vías respiratorias, entre ellos: agrandamiento de la lengua; amígdalas y adenoides que conducen a vías respiratorias más pequeñas; una cavidad torácica más pequeña con costillas rígidas y de formas anormales; apertura limitada de la boca y obstrucción nasal. En consecuencia, más del 80 % de los niños afectados presentan problemas torácicos y pulmonares.
¿Cómo puedo saber si mi hijo tiene una infección respiratoria?
Los síntomas incluyen secreción nasal, estornudos, fiebre, tos, dolor en el pecho y producción de mucosidad. Los niños con neumonía también pueden presentar confusión, dolor de cabeza, dolor muscular y abdominal, náuseas, vómitos y diarrea.
¿Por qué los pacientes con síndrome de Hunter tienen un mayor riesgo de padecer infecciones respiratorias?
Los cambios estructurales en el pecho, combinados con secreciones anormalmente espesas debido a la deposición progresiva de GAG, significan que los pacientes con síndrome de Hunter tienen un mayor riesgo de contraer infecciones respiratorias. Los pacientes con síndrome de Hunter, a menudo, presentan infecciones respiratorias frecuentes o recurrentes: un promedio de cinco infecciones respiratorias por año, en comparación con tres en los niños sanos. Esta frecuencia podría reducirse mediante si un niño recibe vacunas de refuerzo para bacterias que comúnmente causan estas infecciones (Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae).

Otros signos: grupos de síntomas
Los niños con síndrome de Hunter presentan diferentes signos y síntomas; sin embargo, estos generalmente ocurren como un “grupo” identificable de enfermedades infantiles con una aparición promedio de los síntomas de 18 meses.
Junto con las infecciones torácicas recurrentes, la secreción nasal crónica, las infecciones de oído frecuentes y la pérdida de la audición, los síntomas frecuentes que pueden ocurrir en forma temprana en el curso de la enfermedad son los siguientes:
- Rasgos faciales como cejas prominentes, nariz ancha y labios gruesos
- Restricción de las vías respiratorias superiores, incluidos respiración ruidosa y ronquidos
- Hernias umbilicales e inguinales
- Abdomen distendido (causado por el agrandamiento del hígado o del bazo)
- Rigidez articular, que puede conducir a un movimiento restringido
- Diarrea frecuente o a largo plazo
- Retrasos en el desarrollo infantil (p. ej., retraso en la caminata y el habla)
- Soplo cardíaco
¿Con quién debo hablar si me preocupa que mi hijo tenga síndrome de Hunter?
Es importante recordar que muchos de estos síntomas son frecuentes en los niños, pero es la combinación de dichos síntomas lo que puede indicar la presencia del síndrome de Hunter. Si cree que su hijo tiene dos o más síntomas del síndrome de Hunter, hable con su médico..